Fue entonces, cuando vimos a través de los cristales, a través de las paredes, a través de nuestra vieja ceguera, que todo lo perdido estaba allí, reunido cuidadosamente con paciencia de amor y silencio de fe.
Allí guardados el primer sueño, las alegrías olvidadas, la rosa intacta de nuestra adolescencia, el agua vertical que fue al principio.
Y mientras contemplábamos suspensos la deslumbradora, inesperada riqueza, el tiempo fue perdiendo toda su premura, y el alma toda su angustia, y el mundo todo su imperio.
Dulce María Loynaz
precioso!
ResponderEliminarsaludos
me alegra que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarcariños
Que suerte.
ResponderEliminarLo que perdí ya no está.
Ni estará.
mejor, vas más liviano
EliminarA veces es mejor no encontrar lo perdido.
ResponderEliminartal cual... si se fue, por algo será
Eliminarbrindo por encontrar lo perdido!
ResponderEliminary por las mujeres que derrochan simpatía ! jaja
EliminarHola Romina.
ResponderEliminarTens uma grande variedae de poemas e outros escritos muitos belos em tu rincon.
Saludos desde Brasil.
Obrigada, Geraldo.
EliminarSeja bemvindo quando você quiser